SR. D ALFONSO ALONSO
MINISTRO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD
PASEO DEL PRADO 18
28014 MADRID
Madrid, 23 de Agosto de 2015
Excelentísimo señor Ministro:
Como representantes del colectivo de usuarios españoles de cigarrillos electrónicos, nos dirigimos a usted desde ANESVAP, Asociación Española de Usuarios de Vaporizadores Personales, una asociación sin ánimo de lucro creada para defender el derecho que tiene toda persona mayor de edad a utilizar estos dispositivos de una manera libre, segura e informada.
Nuestra asociación no está remunerada, ni financiada y es independiente de cualquier industria. Como vapeadores, esta carta es una expresión sincera de nuestra más profunda preocupación acerca de la reciente publicación del Proyecto de Real Decreto de su Ministerio por el que se regulan la fabricación, presentación y venta de los productos del tabaco y los productos relacionados.
Simultáneamente a la publicación por parte de su ministerio de este Decreto, presenciamos atónitos en todos los periódicos del mundo, las recientes declaraciones y posicionamiento internacional del Sistema Nacional de Salud Inglés (NHS) respecto a los cigarrillos electrónicos. El informe del Departamento de Salud Pública de Inglaterra, actualiza y valora de manera global todos aquellos conocimientos que, respetando la evidencia científica, se han obtenido hasta la fecha, y sobre ellos, recomienda políticas y prácticas a desarrollar en un futuro respecto a estos dispositivos. Si se aprueba el Decreto presentado por su ministerio, España quedará irremediablemente a la cola de Europa en aspectos fundamentales de salud pública.
Le pedimos que en la situación actual se considere también el punto de vista de los cientos de miles de españoles que hemos conseguido alejarnos del asesino tabaco gracias a estos dispositivos y que los hemos adoptado como una nueva alternativa que nos ha cambiado la vida. En ningún momento se nos ha consultado a nosotros, los verdaderos interesados, a la hora de desarrollar este proyecto de Real Decreto, o en la manera en que se ha hecho, teniendo una voz más que correctamente informada, puesto que contamos con un buen número de médicos, científicos y juristas entre nuestros asociados.
Ante el nuevo posicionamiento científico aparecido en países miembros de la Unión Europea como Reino Unido, no podemos más que instarle a que se realice una revisión minuciosa del borrador del Decreto presentado por su Ministerio, respetando la línea básica de transposición de la Directiva Europea de Productos del Tabaco, sin añadir supuestos extralimitados que con total certeza destruirán el mercado especializado del cigarrillo electrónico en nuestro país, sin existir ningún tipo de evidencia médica o científica que así lo justifique.
Los exorbitantes requisitos económicos y administrativos impuestos al mercado independiente, harán que la mayoría de productos que nos ayudan a mantenernos alejados del letal tabaco desaparezcan del mercado y, junto con la prohibición de la promoción y la venta online, supondrán para nosotros la total imposibilidad de acceder a la información y a los productos eficientes, diversos y de calidad que nos salvan la vida.
La gran variedad de vaporizadores avanzados y líquidos que han surgido del desarrollo del mercado, fruto de un caso único de impulso liderado por el propio consumidor, nos ha permitido adaptar su uso a nuestros gustos, necesidades y tipo de adicción. Los nuevos dispositivos han dado a millones de fumadores una forma de control sobre su propia adicción, que nunca antes habían tenido. La libertad de elegir es lo que ha marcado la diferencia para nosotros; la posibilidad de tomarnos nuestro tiempo, escoger entre distintos dispositivos, potencias, sistemas atomizadores, desarrollar nuestras preferencias de sabor, disminuir a voluntad las concentraciones de nicotina. Todo ello es la clave para abandonar definitivamente el tabaco y sobrevivir a él.
Al prohibir la venta online y dada la pobre distribución de tiendas físicas especializadas en el país tras la debacle del mercado, miles de vapers tendremos que recorrer cientos de kilómetros para acceder a los pocos establecimientos especializados que quedarán, sin tener opción de adquirir los productos avanzados y eficientes por ninguna otra vía. Los productos ofertados en estancos y en farmacias de ninguna manera ofrecerán la eficiencia, variedad y profesionalidad del sector independiente y especializado. Así se destruirá el potencial de salud pública de estos dispositivos; miles de vapers recaerán en el letal tabaco.
Prohibiendo la difusión de información sobre estos dispositivos en medios de la sociedad de la información, como internet, se destruirán multitud de foros, páginas de revisiones y comunidades con miles de usuarios que prestan a los vapers el servicio de estar constantemente informados de la variedad y el correcto funcionamiento y peculiaridades de los nuevos dispositivos y productos, a la vez que realizan una importante labor de apoyo psicológico en el proceso de abandono del tabaco. El soporte y servicio ofrecido por estas comunidades, sin ningún tipo de ánimo de lucro, ha sido una respuesta social espontánea de la comunidad vaper a nivel mundial; no existen precedentes de algo así en la sociedad y tiene un valor incalculable en la lucha contra el tabaquismo.
Existiendo medios para realizar esta labor de apoyo de manera que se pueda verificar el acceso por control de edad y manteniendo estos grupos como privados, no existe razón alguna para prohibir su existencia. Más aún cuando es una vulneración flagrante del derecho fundamental a la libertad de expresión.
Ahora, nos encontramos ante un futuro en el que sólo los grandes operadores con intereses paralelos como son las farmacéuticas y tabaqueras, cuyos productos ofertados son obsoletos, y obviamente ineficientes en el abandono del tabaco, serán de plena disponibilidad. Los productos avanzados, diversos y científicamente más eficientes en la lucha contra el tabaco, serán prácticamente barridos del mercado. Resulta cuanto menos surrealista, que tales medidas provengan de un ministerio cuya principal finalidad debería ser velar por la salud de los ciudadanos. Eliminar el tabaco de la sociedad debería ser el interés de aquellos que velan por la salud pública y los vapers somos un ejemplo de cómo esto puede conseguirse.
Esta carta llega a usted desde los fumadores, exfumadores y sus familias. Muchos de nosotros somos enfermos o madres, padres, hijos, hijas o nietos de alguien que ha enfermado o muerto de alguno de los cientos de enfermedades derivadas del tabaquismo. No tenemos ningún interés personal, nadie nos paga y nadie nos coacciona. Les escribimos con el corazón en la mano, sin nada que esconder. Somos los vapeadores españoles y les pedimos que nos escuchen cuando les decimos que por fin ¡esto sí funciona! Que todos y cada uno de nosotros lo hemos experimentado en nuestro propio cuerpo; que nos ha salvado la vida.
Reconozcan que nosotros somos la manera de que ustedes consigan sus objetivos. Con una pequeña implicación oficial podemos modificar la masacre que supone el tabaquismo en nuestro país y en el mundo entero; 6 millones de muertos anuales. Sigan el ejemplo de otros países que sí se toman en serio la vida de millones de personas y basan sus políticas en la evidencia científica.
Con la esperanza de que considere nuestra preocupación, le rogamos nos reciba a fin de ofrecerle una visión completa de la realidad sobre esta problemática, sin más, reciba un cordial saludo.
Atentamente,
Alberto Juan, Vicepresidente de ANESVAP
